Tradiciones
Tradicionalmente se han celebrado del 13 al 17 de septiembre, siendo la festividad principal el 14 de septiembre, día de nuestro patrón. Últimamente se celebran durante cuatro días buscando el fin de semana anterior o posterior, para mayor comodidad de vecinos y visitantes. Entre las actividades típicas destacan la cabalgata de carrozas y charangas, la coronación de las damas de honor, el pregón de la mano de algún invitado de prestigio, la chocolatada con churros, el castillo de pólvora, teatros, actuaciones musicales y verbenas populares, actividades infantiles y juveniles, encierros de reses bravas, el juego de la taza, etc… Uno de los actos que tiene mucha tradición y belleza, es la apertura de la Cuerda de Ganados. La gente se concentra en la Plaza sobre las doce de la mañana, muchos de ellos vestidos con trajes regionales. Las banderas nacional y castellano-manchega presiden el acto, seguidas en comitiva por las autoridades, las damas de honor y todo el pueblo, marchan en dirección a las 20 21 eras de arriba donde una vez concentrados alrededor del mástil, se lleva a cabo el solemne izado de la bandera de España al son del himno nacional. A continuación se dirige toda la gente al recinto de la Piscina donde el Ayuntamiento invita a todos los asistentes a una cuerva y se organiza un baile popular amenizado por la banda de música. Es el momento de jugar al estirasogas y de hacer cucañas para los más pequeños. Tienen gran fama también los espectáculos taurinos que con gran seriedad se celebran todos los años. De vez en cuando, grandes figuras del toreo vienen a actuar, invitados por los ganaderos de la zona. (Ejemplos).
Es un juego lucrativo de azar, único en la provincia y seguramente en toda España. Ocho bolas deciden la suerte para que gane el que las echa a rodar si se cuelan pares en la taza, o bien ganen los demás apostantes si son nones las que se cuelan. Justo antes de empezar las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Veracruz (sobre el 14 de septiembre), en las proximidades de la Iglesia y del Ayuntamiento, se fabrican artesanalmente con yeso y ladrillo, dos o tres Juegos de la Taza. El juego de la taza consiste en un ovalo de unos tres metros de largo por metro y medio de ancho, con inclinación desde el exterior hacia el centro, donde se coloca la taza (un hoyo de 10 cm de diámetro), franqueada por dos hendiduras, donde se cuelan las bolas al lanzarlas. Cada jugador que hace de banca, una vez que “ha casado” el dinero que tiene para jugar a los apostantes, tira las bolas a rodar y espera la suerte que le sale. Si se cuela un número de bolas pares, la banca recoge todo y sigue jugando. Si sale un número de bolas impares, los demás apostantes son los que ganan, cada uno tanto como apostó, entrando otro jugador nuevo a tirar las bolas asumiendo la banca. Es costumbre que el “tacero” (persona encargada del orden y mantenimiento del juego) reciba una propina si salen pares, y a su vez este premie al jugador que saque un elevado numero de pares seguidos con un jamón u otro regalo.
En los últimos días de Abril y en un lugar adecuado, se viste una cruz con adornos traídos por los vecinos que se mostrará al público a principios del mes de Mayo. Perfectamente adornada y siempre con flores, la sala permanecerá abierta hasta finales del mes. Para guardarla, se van turnando las personas que han participado en su elaboración. Por la tarde se reza el rosario con gran devoción, se cantan canciones de tono religioso y los Mayos. Se pasa un rato agradable hasta el anochecer, y algunos días hasta la madrugada
El 15 de Mayo se celebra con un concurso de arada la festividad de San Isidro, patrón de los agricultores. Siempre se ha celebrado con arraigo esta fiesta, debido al carácter eminentemente agrícola del pueblo. Antiguamente eran pares de mulas y bueyes y actualmente tractores, los que se concentran en la Plaza Mayor, con la presencia de la imagen de San Isidro y de las personas que acompañarán a los concursantes, degustando roscos dulces, anís y otras bebidas típicas, hasta que todos parten hacia el lugar elegido para hacer el concurso de arada. Previamente se ha elegido un sitio con espacio suficiente para que puedan participar todos. Se fija un punto en el horizonte llamado “seña”, que es hacia donde se dirigirán todos los cortes o surcos. Se efectúa un sorteo de las posiciones de los concursantes en el lugar y se colocan unas tablillas en el suelo con el número de cada surco. Todos los participantes deberán poner el máximo interés y vista en ello, haciendo el surco lo más recto posible siempre dirigido a la seña. Hasta que los concursantes no terminan y se retiran, no se acercarán a la seña el equipo de jueces llamados “vedores”, que calificarán la calidad y rectitud de los surcos, desconociendo a quien pertenece cada uno. Estos resultados los entregaran en sobre cerrado al presidente de los agricultores, para que luego se desvele a su debido tiempo. Una vez terminados los cortes, se celebra en el pueblo una misa y procesión por la zona de la Glorieta, cantándole y pidiéndole a San Isidro, que va adornado para la ocasión con flores naturales, que llueva y que vengan buenas cosechas. Terminada la procesión, el ayuntamiento invita a todos los vecinos y visitantes a una cuerva popular (una refrescante sangría de vino y frutas), hasta que se reúnen los agricultores en algún local de la zona para compartir una comida de hermandad con las autoridades.
El pueblo de Villapalacios, probablemente con motivo de alguna sequía, hizo voto de llevar en romería a San Cristóbal al cerro del mismo nombre y erigirle allí una ermita. Esta romería se repite todos los años en la fecha del sábado de Pentecostés, en el que se desplazan desde sus residencias muchos vecinos de Villapalacios, trayéndose a amigos y compañeros para disfrutar de un día de campo, hermandad y jolgorio junto a la ermita. Cerca del mediodía, el santo es sacado a hombros desde la ermita y se le baja a la explanada de la fuente donde se concentra la gente y más tarde, acompañado por cánticos y vivas al santo, se vuelve a colocar en su sitio para hacer la celebración de la santa Misa. Una vez terminada la misma, la comida y la bebida presiden la jornada mientras se escucha el voltear de la campana de la ermita. Es un día en el que se olvidan rencillas y toda la gente invita al que pasa por su lado, tanto al vecino del pueblo como al visitante. Se canta, se baila, se comparte mesa… Ya por la tarde alguna orquesta anima la fiesta.
El día del Corpus, se decoran algunas calles del pueblo por donde pasará la procesión ese día. Gente voluntaria colabora con la Asociación Cultural Cenillas haciendo dibujos en las calles, que se cubrirán durante toda la noche y madrugada del sábado al domingo con serrín tintado, formando unas composiciones de espectacular belleza. También se adornan balcones y fachadas en el recorrido de la procesión con mantones y colchas artesanales, así como con ramas de árboles y plantas aromáticas y se echan pétalos de rosas y otras flores al paso de la imagen de Cristo.